(Aire de
fray Pedro de Padilla)
Vino a la
vida para que la muerte
Dejara de
vivir en nuestra vida,
Y para que
lo que antes era vida
Fuera más
muerte que la misma muerte.
Vino a la
vida para que la vida
Pudiera darnos
vida con su muerte,
Y para que lo
que antes era muerte
Fuera más
vida que la misma vida.
Desde entonces
la vida es tanta vida
Y la muerte
de ayer tan poca muerte,
Que si la
vida le faltara vida
Y a nuestra
muerte le sobrara muerte,
Con esta
vida nos daría vida
Para dar
muerte el resto de la muerte.
Francisco
Luis Bernárdez, “Las
estrellas”, pág. 29-30, Editorial Losada, Buenos Aires, 1947.